viernes, 8 de febrero de 2008

geógrafo y urbanista catalán Jordi Borja

"Los vecinos tienen derecho a protestar, pero hay que tener en cuenta a los otros ciudadanos"
De visita en Buenos Aires, el geógrafo y urbanista catalán Jordi Borja mantuvo una charla informal con un grupo de arquitectos y periodistas. Dijo que el derecho a la ciudad no solo es patrimonio de los que viven en ella y que "los countries no tienen nada que ver con la ciudad, están entre el balneario y el hospital psiquiátrico".
Atrincherado en el lobby de un coqueto hotel de la Recoleta, Jordi Borja accedió a una charla informal con docentes de la Licenciatura en Urbanismo de la Universidad Nacional de General Sarmiento a la que se sumó Clarín.com. El geógrafo y urbanista catalán, director del Master "La ciudad: Políticas, Proyectos y Gestión" en la Universidad de Barcelona y responsable del plan de descentralización de Barcelona en los '80, es un referente internacional en temas de gestión y planeamiento de ciudades y así se lo hacen notar sus colegas locales. Además, Borja es un profundo conocedor de las ciudades latinoamericanas, entre ellas Buenos Aires. Considera a los barrios privados cada vez más omnipresente como una negación de la ciudad y dice que la novela "Las viudas de los jueves" es un fresco irónico y sociológico de lo que allí sucede: "No tienen nada que ver con la ciudad, están entre el balneario y el hospital psiquiátrico", dice, redoblando la ironía. Ante la requisitoria de un equipo de docentes universitarios y arquitectos, Borja tampoco ahorra críticas al modo en que se construyen las torres en nuestra ciudad. Tal como se hacen aquí, las torres generan un vacío, un espacio social muy pobre", dice. Pero asegura no estar ni a favor ni en contra de la construcción de torres. "Si quieres tu que haya mezcla social, tienes que hacer operaciones de alta densidad. A veces, la baja densidad empobrece la vida urbana". Lo dice con conocimiento de causa, el que vive en la Villa Olímpica de Barcelona, tiene apenas 8 mil vecinos. "Si allí tuviésemos menos zonas verdes y mayor densidad, sería mucho mejor", reflexiona. Tema inevitable, el temblor bursátil que ocasionó la caída de las acciones inmobiliarias en Madrid se adueña de la charla. "España, en este último tiempo, construye más viviendas que Francia, Inglaterra y Alemania juntos. Esto es insostenible y curiosamente este aumento de la oferta no ha traído una baja en los precios, si no todo lo contrario", dice Borja. Cuenta que tal como sucede en nuestras ciudades tercermundistas, este boom constructivo deja afuera a los sectores medios y bajos de la población, que siguen sufriendo el déficit habitacional. "Aquí hay un vacío legal, no se puede ganar dinero tan fácilmente", dice Borja. El problema de la vivienda no para de crecer en las grandes ciudades del mundo. Borja lo sitúa junto a los conflictos más comunes como el desempleo, la pobreza o la inseguridad. ¿El medio ambiente? "Todavía es una preocupación de las clases medias, de personas con algún título universitario", dice. ¿Las crecientes protestas de vecinos? Aunque reconoce que hay casos en que los vecinos tienen cosas mejor pensadas para sus barrios que gobiernos y empresas, habla de la necesidad de que el urbanismo sea algo concertado, participativo. Y reniega de las protestas que se arman para defender privilegios. "Claro que la opinión de los vecinos debe tenerse en cuenta, pero no son los únicos. También deben decidir los potenciales ciudadanos de ese barrio, los comerciantes, los que allí trabajan, los que realizan algún tipo de actividad en esa zona".

fuente: http://www.clarin.com/diario/2007/05/09/um/m-01415477.htm

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