Daniel Carratalá / Lino Bellot – España
La Casa Ramos se emplaza en territorio austero y seco, en un terreno colonizado por el raspeig. Son dos cuerpos posados en el suelo, la casa en sí y la piscina.
Los grandes tableros de resina rojo carmín sustentados por una estructura de acero cubren parte de la terraza, arquetipo del habitar frente al mediterráneo. La terraza tenía que ser el espacio más amplio de la casa, capaz de acoger hasta las actividades más cotidianas. Para ello, la terraza contiene varios espacios, permite intimidad y también una fiesta, permite estar a cubierto o a la intemperie. La terraza es en sí la casa, con algunas habitaciones interiores a modo de apéndice en el mismo nivel y con la bodega escaleras abajo como en un barco.
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